Alcaldes de los municipios que conforman el Bloque Regional de Paz. (Foto especial para PARÉNTESIS). |
Los
alcaldes del Mudéjar
Por Gildardo Silva
Molina (*)
Tuve
la oportunidad de asistir a la rueda de
prensa convocada por los alcaldes de Florida, Pradera, Miranda, Corinto, Caloto
y Santander de Quilichao. Pude percibir la buena intencionalidad de los
mandatarios de apostarle al acompañamiento al proceso que cursa en La Habana y
su mayor interés en involucrarse en las tareas del posconflicto.
Estos
mandatarios caminan en la dirección de construir con sus municipios y otros que
han de llegar un Bloque Regional por la Paz. Eso está muy bien, y quienes
militamos en la izquierda sinceramente deseamos que este propósito logre
consolidarse.
Para
nadie es un secreto que la zona geográfica a la cual pertenecen estos
municipios han constituido históricamente un área de presencia de las organizaciones
guerrilleras, especialmente de las Farc-EP y en alguna época del M-19.
Digámoslo
claramente: muchos jóvenes, muchachos y muchachas, campesinos e indígenas
alimentaron con su presencia las filas de la insurgencia en esta región. Esa
guerrilla no solamente nació en estos espacios, sino que ahí ha vivido y por
supuesto que ahí continuarán al lado de los suyos y sus ancestros.
En
lo que es su territorio habrán de comenzar un nuevo ejercicio por la vida y la
dignidad, continuarán la brega por un nuevo país, ya no con las armas y si con
el poder de la palabra.
La
legalidad y nuestra obsoleta institucionalidad serán dentro de poco tiempo su
nuevo marco de actividad política.
Así
que nada desdeñable la tarea que hoy quieren asumir unos alcaldes en estos lares:
deberán armonizar con el poder central las garantías supremas para el retorno a
la civilidad, la protección y amparo de sus vidas y las de sus familias, la
promoción, impulso y concreción de posibilidades de trabajo, salud y educación
y, obviamente, los blindajes suficientes para que puedan realizar el ejercicio
político y social.
Ahora
los alcaldes del Mudejar (como se llama el hotel situado en el centro de Cali
donde se efectuó la rueda de prensa para la presentación del Bloque Regional
por la Paz) reclaman ser atendidos en La Habana, dicen que precisan definir con
los negociadores la agenda que se proponen adelantar y en eso creo que les
asiste cierta razón.
Pienso
que al margen de toda diferencia, bien vale la pena rodear este esfuerzo desde
la sociedad civil, desde los gremios, las organizaciones sociales y políticas,
de derechos humanos, clericales, de los medios de comunicación, entre muchas
otras.
Los
amigos del fin del conflicto armado en Colombia somos más, los amantes de la
paz con justicia social somos muchos.
Cali, miércoles 27 de
enero de 2016.
(*) Abogado, presidente
departamental de la Unión Patriótica en el Valle del Cauca.
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