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sábado, 24 de febrero de 2018

Análisis. ¿Qué pasa en la capital del Valle del Cauca?

Foto tomada de: https://derechoalaciudadflacso.wordpress.com/2014/01/28/santiago-de-cali-entre-las-promesas-del-desarrollo-neoliberal-y-la-realidad-del-profundo-conflicto-social/).

INSEGURIDAD EN CALI

Por Alberto Ramos Garbiras (*)
La ETA un grupo terrorista de España empezó a operar en julio de 1959 en pleno desenvolvimiento de la dictadura militar franquista, se iniciaron como una disidencia del Partido Nacionalista Vasco, liderados por José Manuel Aguirre, Julián Madariaga y Javier Imaz. La ETA ejecutó asesinatos selectivos que comenzaron a registrarse en 1968, fueron 52 años de presión al gobierno central de Madrid reclamando la independencia Vasca y 43 años de violencia sistemática que atemorizó a los españoles hasta el año 2011; un total de 829 crímenes perpetraron, reseñados así: 343 civiles y 486 miembros de la fuerza pública. Algunos datos difieren entre el Ministerio de Justicia, las fundaciones de víctimas del terrorismo y el libro Vidas Rotas, pero comparando las tres fuentes de datos, las muertes violentas no sobrepasan las 1000 personas en 43 años. Y esto horrorizó a la sociedad española.

Ya citamos la cifra espantosa de 28.000 asesinados en Cali en 15 años (del 2000 hasta el 2015), ningún año con menos de 1000 personas. Si tomamos los últimos 2 años de muertes violentas en Cali observamos que en el 2016 se registraron 1298 asesinatos, y en el 2017 un total de 1227(el año pasado figuró Cali como la ciudad más violenta de Colombia); esta realidad nos constriñe a la reflexión, nuevamente. Las muertes callejeras de Cali no son del conflicto interno, no son del terrorismo, son de violencia común multicausal dispersa.

El jueves 22 de febrero la Alcaldía anunció el comienzo de la operación Esperanza en 55 semáforos de la ciudad, actuaciones conjuntas de policía y fuerza pública, y en otros sitios calientes o hot points, operación o plan que reemplaza el Plan Atarraya del año pasado. Pero el despliegue de fuerza pública no será suficiente (siempre lo desmontan a los pocos días), se necesitan otras acciones de inclusión social. La violencia debe ser combatida con medidas de prevención del delito y con acciones de desarrollo social.

Se necesitan acciones para prevenir la violencia, entre ellas extensión de la educación, porque la falta de escolaridad y la desatención a los menores de edad incrementa los infractores de las normas vigentes. Y se necesitan fuentes de trabajo. La violencia en Cali es protagonizada en un 80% por la delincuencia común que opera independientemente a cualquier dirección o liderazgo porque los actores individuales, portadores de conductas desviadas no tienen proyecto de vida, son excluidos del sistema y la sociedad; no poseen escolaridad y menos movilidad social que les permita ascender, son desatendidos y marginales, o se lanzan a la comisión de  delitos y son mano de obra sicarial instrumentalizada para llenar las apetencias de terceros.

 La administración municipal no se puede engolosinar restando muertos de un mes o con respecto a otro mes, o del año anterior con el siguiente para pretender afirmar que la situación ha mejorado. La convivencia se logra cuando el respecto se extiende entre todos los pobladores y cuando sus necesidades básicas están resueltas. Una ciudad llena de desempleados, desplazados, de excluidos e indigentes debe centrar su labor en atender a la población desamparada, en coordinación con el gobierno central, antes de cualquier otra inversión, brindar los mínimos del bienestar social constitucional.

Reitero una afirmación que expuse en otro escrito, las muertes sistemáticas en Cali, sin contar los millares de lesionados en atracos, riñas, hurtos y demás violaciones a los derechos humanos, significan un fracaso palmario y público a la política de seguridad. La ciudad está convertida en un atracadero a cielo abierto, por el cúmulo de hurtos, robo de carros, fleteos continuos, asaltos exprés, desvalijamiento de casas y apartamentos, robos callejeros y en locales comerciales.

El narcotráfico es la hoguera que sostiene todas las actividades delictivas. Hasta que la Comunidad de Naciones, desde la ONU, no apruebe la legalización del consumo, este gran negocio seguirá siendo el propiciador de la violencia de Carteles y Miniárteles que alteran el orden público y social. Por fuera del comportamiento de o tras bandas delincuenciales.  


(*) Politólogo egresado de la Universidad Javeriana.

domingo, 18 de febrero de 2018

Reflexión. A propósito de la disciplina de "ordeno y cumpla"


A UNA CAUSA JUSTA NO LA PARA NINGUNA DISCIPLINA SECTARIA

Por Luis Alfonso Mena S.
El desplazamiento abierto o discreto de militantes, simpatizantes y activistas de diversos partidos hacia la candidatura presidencial de Gustavo Petro es incontenible.

No la para ninguna orden, ni comunicado, ni resolución de partidos o jefes políticos.

La disciplina de "ordeno y cumpla" no funciona en materia de pensamiento político y, mucho menos, cuando se trata de seguir causas justas.

Afortunadamente son muy pocos los que se están dejando imponer órdenes antidemocráticas y sectarias. ¡En horabuena!

A la candidatura presidencial de Gustavo Petro, por la Colombia Humana y Decente, no la detiene nadie.

Cali, sábado 17 de febrero de 2018.

Entrevista a Aída Avella en Cali


“TODO LO ACABARON LOS BANDIDOS QUE HAN GOBERNADO A COLOMBIA”

Por Luis Alfonso Mena S.
“Aquí los dineros públicos no se deben ir para una clase de gente corrupta que se ha apropiado del Congreso, de las notarías, de las embajadas, de las curadurías, de las cámaras de comercio, de los peajes: son los mismos con distintos nombres”.

Así, de manera enfática y apuntando a los focos de la corrupción institucionalizada, denunció Aída Avella Esquivel, en entrevista con PERIODISMO LIBRE, uno de los problemas más graves que sacuden a la sociedad colombiana y cuyo combate hace parte de sus propuestas para ser elegida al Congreso de la República el 11 de marzo.

viernes, 9 de febrero de 2018

Entrevista con José Alfonso González, líder sindical


"LOS INSTIGADORES DE LA VIOLENCIA EN YUMBO PRETENDÍAN INCENDIAR LA SEDE DE SUTIMAC"

Por Luis Alfonso Mena S.
Los individuos que atacaron el miércoles 7 de febrero la sede del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de los Materiales de Construcción, Sutimac, en Yumbo, pretendían no solo apedrear sino también incendiar las instalaciones de los trabajadores, denunció, en entrevista con PERIODISMO LIBRE, José Alfonso González, dirigente del sindicato.

González reveló, asimismo, que como consecuencia de la brutal agresión protagonizada por personas vinculadas a partidos de extrema derecha de Yumbo y de Cali, que sabotearon un acto político que se realizaría con Rodrigo Londoño, candidato presidencial del Partido Farc, resultaron lesionados tres trabajadores y la nieta de uno de ellos, de solo 14 años de edad.

Los heridos son: Elías Mejía, líder sindical de Yumbo, lesionado con una roca que impactó en su rostro, disparada por uno de los atacantes; Jairo Garnica, dirigente de Sutimac, quien fue golpeado por uno de los manifestantes, y Omar Morales, agredido por otro de los violentos, que es familiar de un concejal de Yumbo.

La nieta de Elías Mejía tuvo que ser recluida en un centro asistencial debido a lesiones con piedras en su rostro.

José Alfonso González denunció, igualmente, que los daños a la sede de Sutimac son cuantiosos y que las piedras y rocas con las que fue atacado el edificio del sindicato fueron traídas desde el río Yumbo, a dos cuadras del lugar, por personas a las que los instigadores les pagaron, y que obraron sin que la Policía hiciera nada para evitar la acción vandálica.

El líder social reveló también que los agresores pertenecen a grupos vinculados con dos concejales de Yumbo y a los partidos Centro Democrático (uribismo), Cambio Radical (vargasllerismo) y Partido de la U, entre otros.

González agregó que el agresión contra Sutimac será denunciada en instancias judiciales nacionales e internacionales, al tiempo que agradeció la solidaridad de los yumbeños, que en su mayoría rechazaron los brutales ataques perpetrados por intolerantes reconocidos contra la organización sindical.


Cali, jueves 8 de febrero de 2018

Para el debate urgente y necesario


EL LAMENTABLE PAPEL DE ALGUNOS "PERIODISTAS"

Por Luis Alfonso Mena S.
Algunos periodistas de Cali sacaron las uñas este miércoles 7 de febrero e incitaron a la violencia contra el libre ejercicio electoral del partido Farc, colectividad en la legalidad que cumple el Acuerdo de Paz.

Se vieron mensajes de varios de ellos en las redes sociales haciendo llamados incendiarios contra Rodrigo Londoño y, en la práctica, sumándose al partido de Álvaro Uribe, abierto programador de las acciones vandálicas contra el partido Farc en el país, como quedó al descubierto en un audio que deja oír al “periodista” de Caracol Herbin Hoyos llamado a la provocación y a la agresión planificadas.

domingo, 4 de febrero de 2018

Análisis. Petro gana estudios de opinión y colma las calles

Manifestación de Gustavo Petro, el viernes 2 de febrero, en la Plaza de San Francisco de Popayán, capital del departamento del Cauca.

DE LAS ENCUESTAS Y LAS PLAZAS, A LAS URNAS

Por Luis Alfonso Mena S.
Un candidato presidencial se encuentra en pleno ascenso: Gustavo Petro. No solo gana encuestas, como la reciente de Invamer Gallop, o empata en el primer lugar, como lo registran otras, sino que llena las plazas, sin mayores esfuerzos, con la gente reuniéndose de manera espontánea y convencida.

Se percibe en la campaña de Colombia Humana, respaldada por las listas de la Decencia (UP, Mais, ASI), un aire fresco que la hace fluir con fuerza, a pesar de los ataques virulentos de la derecha, que ha desatado una campaña orquestada de guerra sucia por los medios de comunicación tradicionales y por las redes sociales.

Lo ocurrido en Armenia y Pereira


ODIO ENFERMIZO Y FANATISMO

Por Luis Alfonso Mena S.
Las agresiones de que fueron objeto el candidato presidencial del partido Farc, Rodrigo Londoño, Timo, y quienes lo acompañaban en las calles de Armenia no reflejan otra cosa que a un sector social enfermo de odio, profundamente inoculado por la intolerancia y la enajenación que disparan los instintos primarios.

En quienes reaccionaron al recorrido que Londoño hacía por una avenida de la capital del Quindío no se escucharon argumentos, ni reclamos sustentados, como correspondería a seres civilizados.