EDICIÓN No. 118. Reflexión posplebiscito

DEFENDAMOS LO AVANZADO CON EL SÍ... 53.894 VOTOS NO PUEDEN ATENTAR CONTRA LA PAZ

Por Luis Alfonso Mena S.

Seguimos adelante. Vamos a defender los acuerdos de Paz. El empate técnico entre el Sí y el No (49,78% frente a 50,21%, respectivamente) no legitima a la oposición de extrema derecha que quiere la guerra.

El pueblo colombiano que respaldó la paz debe atraer esos más de 22 millones de potenciales votantes que no fueron a las urnas (el censo electoral es de casi 35 millones de personas) y salir a defender cuatro años de conversaciones, cuatro años de lucha por la paz, cuatro años de esfuerzos por la reconciliación.

La bofetada dada por un sector de los votantes a la comunidad internacional y a su propio destino no nos puede desanimar. La solidez de las sociedades se mide en los momentos difíciles, en las crisis.

Levantémonos. Luchemos. Insistamos, porque tenemos la razón y la verdad nos acompaña.

Quienes con odio, engaños, mentiras, montajes, falacias obtuvieron un triunfo pírrico hicieron que el país diera un salto al vacío.

Los 53.894 votos de diferencia entre el No de los opositores frente a los defensores del Sí a la paz (6.431.376 ante 6.377.482, respectivamente) no les dan derecho a celebrar. Nos hicieron retroceder políticamente por lo menos 30 años.

Mandaron por la borda una esperanza. Colombia demostró que es una sociedad feudal, conservadora. La extrema derecha se burló de las víctimas del conflicto, las revictimizó.

Pero, como digo, sigamos adelante. No desmayemos. Como afirmara Salvador Allende, más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas para que entre el hombre libre. Y yo agregaría, para que construya, por fin, la paz en Colombia.

Una asamblea nacional constituyente como mecanismo para la defensa de lo acordado empieza a sonar de nuevo, como ocurrió en el principio de las conversaciones entre las Farc-EP y el Gobierno Nacional. Habrá que esperar a que las aguas se decanten.  

Ya vendrán los balances de detallados. Por ahora, simplemente dejemos constancia de que lo ocurrido fue, por decir lo menos, un infame acto de irresponsabilidad con el futuro de una sociedad.

Cali, domingo 2 de octubre de 2016.