Conductores de
Coomoepal reclaman sus derechos laborales
Conductores
del transporte urbano de Cali reclaman por estos días que les respeten sus
derechos laborales, luego de ser despedidos como consecuencia de las medidas
adoptadas dentro de la implementación del Masivo Integrado de Occidente, MÍO.
Por
Luis Alfonso Mena S. (*)
El Calvario no termina, aunque ya pasó
la Semana Santa, para trabajadores afectados por la salida de circulación de
las rutas de buses de la empresa Coomoepal, que ha dejado sin empleo a 240
conductores.
“A las entidades que corresponda, al
Ministerio del Transporte, a la Alcaldía o a Metrocali, que nos pague la
indemnización y nosotros dejamos de laboral, porque hay un boletín en Bogotá
firmado en enero de 2003, el cual indica que para cualquier ciudad del país la indemnización es de diez millones
de pesos en esa fecha. Para hoy, con el incremento del salario mínimo, está en
17 o 18 millones de pesos”, sostiene Guillermo Cortés, conductor de Coomoepal.
Padres de familia, como Ariel Gómez,
recorren la ciudad con sus vehículos reclamando, carta en mano, que les
respondan por los despidos de que fueron objeto.
Ariel Gómez, otro conductor de
Coomoepal, afirma: “El 17 de marzo me pasaron esta carta y en el momento me
encuentro por fuera, sin seguridad social y sin ninguna vinculación de ninguna
especie”.
También mecánicos y montallantas viven
su propio Calvario.
“Todos hemos salido afectados. El MIO no
nos lleva por mil pesos. Yo tengo que coger dos carros, porque yo no gano
mucho. Yo soy un montallantas de allá del centro. Tengo que bajarme allá en
el Popular, irme a pie, porque realmente
el MÍO a mí no me sirve, eso se demora más de una hora y yo no tengo para
pagarlo, porque yo no gano mucho. Yo le pido al señor Secretario y al señor
Alcalde que nos dejen trabajar”, dice William Caicedo, montallantas y usuario
del transporte público.
Ante la indiferencia de muchos, los
trabajadores del volante esperan encontrar eco y no tener que seguir arando en
el desierto.
Para Guillermo Cortés, “aquí en Cali es
la única ciudad del mundo donde es delito trabajar. Nos persiguen como
delincuentes guardas, policías, hasta Ejército. ¿Cuál es la situación de
nosotros?, ¿quién nos defiende? Nadie. Únicamente nosotros tenemos que
defendernos y ustedes que nos dan la oportunidad de salir al aire por este
medio”.
La crisis actual del transporte urbano
tiene miles de rostros humanos sometidos a las penurias y a la desesperanza,
mientras las soluciones de fondo se alargan en el tiempo.
(*)
Informe emitido por Pazífico Noticias el viernes 2 de mayo de 2014.
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