Convivio por la paz
Walter Mondragón (*)
Yo
digo que la paz es una tregua entre dos que se aman y pelean beso a beso, metro
a metro, idea a idea por ser eso que son y no son; por lo que pueden ser, por
lo que quieren.
Yo
digo que la paz es el derecho al cielo de esa boca y a la tierra que habitamos,
a ser tenidos en cuenta a la hora del trabajo, la aventura vital, o la empresa
hazañosa; a comer pan, a beber vino, a dormir bajo techo, a ser partícipes del
fruto de las manos, las ideas, los sueños…
Yo
digo que la paz es el deber ser de las Naciones, aquel imperativo categórico
que hace de los hombres individuos autónomos, dueños de sí, vasos comunicantes
en su especie.
Yo
digo que la paz es la equidad en la justicia, la ley y su ejercicio; poder
hacer posibles sus potencias cada cual, en armonía con el resto; con el otro
que es mi hermano, no mi brazo
(bestia
o cosa)
La
paz es el convivio de los hombres que no truecan sus altos destinos en
monstruos.
La
paz es entender que somos uno y distintos, y aquello que le pasa a mi vecino, a
un esquimal o a un hombre de la selva, me pasa a mí, tiene que ver conmigo.
(*) Comunicador social, escritor
vallecaucano.
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