Aspecto de la sesión final de la Cumbre Campesina realizada el sábado 22 de febrero en la Universidad del Valle. (Foto: Comunicaciones de Marcha Patriótica). |
Es el tiempo de la unidad, del renacer del movimiento popular colombiano
Rechazamos el pacto nacional agrario del gobierno
de Juan Manuel Santos, porque no solo no soluciona las exigencias de los
pliegos por los cuales se movilizaron cientos de miles de colombianos,
sino también por que convierte a las organizaciones en correa de transmisión de
una nefasta política agraria que ha llevado a la miseria a millones de
habitantes del campo y la ciudad
Cerca de 500 participantes pertenecientes a más de un centenar de
procesos y organizaciones sociales, políticas y populares, muchas de ellas
agrupadas en las plataformas como Congreso de los Pueblos, la
Organización Regional Indígena del Valle del Cauca - ORIVAC, Movimiento
Social de Unidad Étnica y Popular, Marcha Patriótica y el Concejo Regional
Indígena del Cauca – CRIC, reunidos los días 21 y 22 de febrero en las
instalaciones de la Universidad del Valle sede Meléndez, sesionamos en un
ambiente de fraternidad y unidad. Nos encontramos para discutir en 5
mesas de trabajo y una plenaria final que hizo posible llegar a los siguientes
acuerdos:
1. Impulsamos y reconocemos esta Cumbre departamental como parte de la
dinámica de construcción del gran paro nacional agrario, obrero, urbano,
étnico, campesino y popular, que surge desde las experiencias y
aprendizajes de todas las organizaciones que han participado en este espacio.
La agenda de paro y movilización debe ser acordada desde las bases, por lo cual
todos los sectores y comisiones de trabajo debemos organizarlo, teniendo en
cuenta los errores y experiencias de anteriores jornadas.
2. Las conclusiones de las mesas de trabajo son mandatos para los
pueblos, a su vez serán insumo para la construcción de un pliego nacional
unificado, que se acordará en la gran Cumbre Nacional a realizarse en Bogotá
entre el 15 y 17 de marzo de 2014. Dicha construcción parte del reconocimiento
de la diversidad y los elementos comunes en nuestras luchas, que son muestra de
la vocación unitaria de los procesos y plataformas que hoy nos encontramos.
3. Reconocemos que las importantes luchas hasta ahora realizadas, aun
carecen del grueso de la población empobrecida e inconforme de nuestra nación.
El pliego que se construya, es una herramienta política y pedagógica para
continuar cultivando la unidad de acción y programática, tanto en nuestros
procesos y plataformas, y fundamentalmente con los sectores no organizados que
también sufren las consecuencias de un modelo de violencia y despojo.
4. Nos comprometemos a continuar gestando y labrando escenarios que
propendan por la búsqueda de la paz con justicia social, democracia y soberanía,
en tal sentido, respaldamos la iniciativa de instalación de una mesa de dialogo
con el Ejercito de Liberación Nacional - ELN y con el Ejercito Popular de
Liberación - EPL, así mismo el mantenimiento de la mesa de dialogo con las
FARC-EP. Exhortamos al gobierno colombiano y sus fuerzas de influencia a las
insurgencias a un cese al fuego bilateral e indefinido como gesto de paz entre
las partes. Recabamos en la necesaria participación del pueblo y sus
organizaciones legitimas en todas las mesas de dialogo, por cuanto la paz
compromete a toda la nación colombiana. De esta manera seguiremos participando
en todos los espacios que se vienen construyendo tales como: el Clamor Nacional
por la Paz, la Ruta Social Común para la Paz, el Dialogo Nacional por la Paz y
las Asambleas Constituyentes por la Paz.
5. La diversidad étnica y cultural de las organizaciones y
plataformas, las formas de manejo y gobierno de los territorios son un baluarte
de nuestras luchas, por lo cual deben ser ejercicios de construcción y
aprendizaje en todos las zonas y espacios donde se expresen nuestras
organizaciones. Por tanto, consideramos fundamentales los resguardos indígenas,
los concejos comunitarios, las zonas de abastecimiento agroalimentario, las
zonas de reserva campesinas, los territorios agro-mineros y las
recuperaciones de tierras urbanas y rurales.
6. Nos solidarizamos con las comunidades campesinas e indígenas
que nuevamente sufren la represión de un Estado guerrerista. Denunciamos la
agresión que sufrió la guardia indígena de Jambaló integrantes del Concejo
regional Indígena del Cauca – CRIC, en una zona de alta presencia militar, en
la que – compañeros indígenas sufrieron heridas de gravedad causados por el
Ejercito Nacional. Así mismo, denunciamos la persecución que viven los pueblos
por la militarización de sus territorios , como sucedió el día 21 de febrero en
los corregimientos de Cocorna-Piedritas y Puerto Frasadas, en la que se detuvo
arbitrariamente a 9 compañeros integrantes de la MIA – Marcha Patriótica.
7. Las profundos desequilibrios generados por el modelo neoliberal, que
derivo en la desindustrialización de las ciudades capitales e intermedias, que
trajeron como consecuencia desempleo y altos índices de pobreza y marginalidad,
por ende, descomposición y ruptura del tejido social. Luego es imperativo
continuar la integración y participación de los sectores urbanos en la búsqueda
de trabajo, acceso a la vivienda, servicios públicos, salud, educación,
recreación y espacio publico, en general condiciones dignas de habitar y
construir la ciudad. Convocamos a los sectores sociales, barriales y populares
a participar del Foro Alternativo Urbano y Popular a realizarse en la ciudad de
Medellín del 5 al 7 de Abril.
8. Exigimos la derogación de la normatividad anti popular como el código
minero, la resolución 970 y aquellas que regulan la producción y
comercialización de productos agropecuarios de pequeños productores, así como
la derogación de los tratados de libre comercio pactados con Estados Unidos,
Canadá, la Unión Europea, Corea del Sur y la Alianza del Pacífico. Mandatamos
la desobediencia civil contra dicha normatividad y la construcción de una
legislación popular y la integración de Colombia con en la Alternativa
Bolivariana para las Américas ALBA y en el Banco del Sur y las plataformas de
integración desde los movimientos y pueblos de América.
9. Rechazamos el pacto nacional agrario del gobierno de Juan Manuel
Santos, porque no solo no soluciona las exigencias de los pliegos por los
cuales se movilizaron cientos de miles de colombianos, sino también por
que convierte a las organizaciones en correa de transmisión de una nefasta
política agraria que ha llevado a la miseria a millones de habitantes del campo
y la ciudad. Entrando los territorios y los mercados a las transnacionales.
Rechazamos de igual manera las locomotoras minero energética, agro industrial y
de infraestructura, que siembran la muerte en los territorios.
10. Exigimos la libertad inmediata de los presos políticos, el
descongestionamiento de la población carcelaria y el trato digno y humano a
presos políticos y comunes. Exigimos en particular la libertad de los
compañeros detenidos en el marco del pasado paro agrario como también Hubert
Ballesteros y Francisco Javier Tolosa.
11. La cumbre departamental agraria, campesina, étnica y popular hace un
llamado a la solidaridad del pueblo colombiano para hacer un frente común
internacionalista contra el intento golpista del fascismo en Venezuela,
expresándonos en diversas formas de lucha y movilización. Hacemos un llamado al
gobierno colombiano en sostenerse en el principio de no injerencia y
autodeterminación de los pueblos. Así mismo, hacemos un llamado a los
diferentes escenarios de integración latinoamericana, como el Alba de los
movimientos sociales, la Unasur, la Celac y la comunidad Alba de naciones, a
respaldar el gobierno democrático del presidente Nicolás Maduro.
Es el tiempo de la unidad, del renacer del movimiento popular colombiano
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