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domingo, 23 de febrero de 2020

SEMBLAZA-ENTREVISTA, en PERIODISMO LIBRE



JAIRO RUBIO, EL CULTIVADOR DEL LEGADO DE BOLÍVAR Y PROTAGONISTA DE EL KARINA

Por Luis Alfonso Mena S.
“Es tan grande la estatura política e ideológica de Bolívar, que todo está por hacerse”, dice, sin dudar un ápice, Jairo Rubio Victoria, un veterano excombatiente del M-19 que hoy, a sus 63 años de edad, cultiva en la cotidianidad de su hogar un espacio dedicado todo al Libertador.

Hay allí centenares de libros de y sobre la vida y las ejecutorias de Bolívar, pinturas, cuadros, bustos, diplomas y todo lo que se pueda encontrar sobre el hacedor de nuestra primera Independencia, incluidas las réplicas de la espada del Libertador, heredadas de las que resguardó en su tiempo Afranio Parra, uno de los comandantes del M-19.

Rubio Victoria ingresó a las filas del M-19 a los 22 años de edad y hoy, desmovilizado desde hace tres décadas, dedica todas sus energías, sobreponiéndose a las dolencias físicas, a seguir estudiando y difundiendo en cuanto lugar puede la obra del caraqueño.

Pero también, sigue estudiando, lo hace en el Sena, donde se forma en técnicas agrícolas, las mismas que pone en práctica en siembras que espera prosperen para adornar una cancha de fútbol de su barrio, situado en el oriente de Cali.

Allí lo encontramos, con la sala de su residencia convertida en una exposición bibliográfica, con todos los textos que ha podido reunir y leer sobre Bolívar, desde los escolares hasta los más profundos tratados y, también, muchas de las obras del hombre más importante en la historia de América.

“El pensamiento de Bolívar, su legado de justicia, fue enterrado por la oligarquía”, dice con dolor. Y puntualiza: “Simón Bolívar fue el ideólogo del M-19. Él siempre estuvo de nuestro lado, pero faltó más estudio de su pensamiento”. 

Sobre su militancia en las diferentes etapas del M-19 recuerda con especial énfasis las misiones que cumplió: “Tuve la oportunidad de cuidar a los grandes dirigentes del M-19; eso me enaltece, por la confianza que siempre recibí”.

“De toda esta lucha quedó la convicción y la certeza de que el pueblo colombiano es absolutamente luchador; hay un sector de la población organizado, dispuesto a luchar por las transformaciones”.

Rubio Victoria fue uno de los protagonistas del considerado único combate naval, en mar abierto, dentro del conflicto político armado de más de seis décadas en Colombia, el de la Armada Nacional contra el buque El Karina, que un pequeño comando del M-19 movilizaba con armas por el Océano Pacífico.

“El Karina surge como una respuesta a las necesidades de la lucha del pueblo colombiano por la justicia”, afirma al recordar, en la entrevista con PERIODISMO LIBRE, ese episodio narrado, con absoluta minuciosidad, como un gran testimonio, por Germán Castro Caicedo en su libro titulado *El Karina,* de 1985.

“Yo fui el encargado de remarcar el barco con el nombre de El Karina, el 14 de noviembre de 1981”, rememora. “La batalla con la Fuerza Naval en el Océano Pacífico se registró durante siete horas”.

“Fueron momentos supremamente azarosos, una circunstancia única de tres hombres dispuestos a entregar sus vidas en una lucha desigual”, continúa diciendo en la entrevista.

Rubio y sus compañeros fueron capturados y procesados judicialmente, en pleno Estatuto de Seguridad, en el gobierno de Julio César Turbay Ayala. “En prisión estuvimos a punto de ser fusilados”, sostiene.

Pero Rubio Victoria cree firmemente que “así como fuimos severos en la guerra, en la paz nos la jugamos toda por Colombia, y prueba de ello fue la Constituyente d 1991”.

Hoy aprende las técnicas para el cultivo de la tierra, como un estudiante, entre miles, en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena.

Y sigue cultivando su amor por la obra y el legado de Bolívar, en medio del calor de su hogar, sencillo y lleno de sueños libertarios.

Cámara y edición: Gabriel Jacobo Mena C.

*SEMBLAZA-ENTREVISTA, en PERIODISMO LIBRE*

Cali, sábado 22 de febrero de 2020.

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