Álvaro Morales, en el control máster de La Bacana, emisora guambiana de Silvia, Cauca. (Foto: Rubén Darío Taborda). |
Voces de
fraternidad
Por Rubén Darío
Taborda Franco (*)
El
municipio de Silvia es un lugar que tenía como nombre primitivo Guambía. Para
el común del Cauca significaba mochila de cabuya, pero ese nombre también puede
estar relacionado con agua, río o
poblado. En 1838 este lugar pasaría a llamarse Silvia que en latín significa
selva.
Guambía
está ubicado en la cordillera Central, a
2.620 metros sobre el nivel del mar, por
linderos el Cerro de Mogote y el Río Tapio, en tierras asignadas a Francisco
de Belalcázar, hijo del fundador de Cali, Sebastián, el 23 de octubre
de 1537, en donde el 14 de diciembre de 1825 nace don Ezequiel Hurtado Hurtado, que entre abril
y agosto de 1884 ejerce la Presidencia de la Nación.
Llegué
a Silvia luego de viajar durante 45 minutos en
un micro bus que abordé en el
pueblito de Piendamó. En otra época no era
generosa la naturaleza con los viajeros pues de Popayán, hasta este pueblo
la gente podía tardarse siete horas viajando en caballo por caminos de suelos pedregosos, embarraos, tramos de
subidas y otros de bajadas.
Me
bajo del pequeño bus intermunicipal y veo una joven guambiana. Ella vestía una
camisa blanca, un jean azul y calzaba tenis. Esta mujer no vestía los
tradicionales pañolón azul, sombrero de fieltro, falda en lana ni botas negras.
Y el cuello no está adornado de collares blanco.
La joven se llama Mónica. Le pregunté si conocía
alguna emisora y me dijo, en un español fluido, que había una detrás de la capilla de Belén, sitio
de donde se ofrece una buena panorámica de la población. Es un templo
sencillo que se puede considerar como una réplica del templo que vigila la ciudad de Popayán.
La iglesia de Silvia, en sus comienzos, estuvo consagrada al culto del Amo Jesús y en la
actualidad, a Cristo en su pasión, bajo la adoración del Santo Ecce Homo.
La
emisora se encuentra en una casa de dos pisos y
está pintada de azul. Se ubica en
el barrio Sol de Oriente con casas
hechas en barro y bareque en un sector de Silvia que carece de calles
pavimentadas. Nada qué ver con pequeños grupos de cinco casas formando en el centro
una plaza ovalada o viviendas de madera, construidas en adobe y
paja, pues estas casas están
distribuidas en forma similar a
las que uno ve en las laderas de una
gran ciudad.
Toco
la puerta de la casa donde está la
emisora y me abre el señor Álvaro Morales. Esta persona viste camisa y jean. No
usa el traje típico de los guámbianos que consta de camisa de algodón,
ruana de color gris, sombrero de
fieltro, falda azul sujetada a un cinturón, bufanda de lana y botas negras.
Álvaro
es locutor de esta emisora, que se sintoniza en la 99.7 FM y que
se llama La Bacana, Me agradece que yo conozca las instalaciones de este medio
radial que el este 12 de octubre
cumplió su primer año de funcionamiento. El director de esta emisora se
llama Orlando Burbano
La
emisora tiene un pequeño estudio con una consola, micrófono, un archivador
con discos compactos de música variada, en la pared se encuentra el
logo de la emisora y al lado de la
entrada hay un cronograma con la programación. Las personas que laboran ahí se
sientan en sillas de plástico. En la sala para los locutores o realizadores de
programas hay una mesa blanca de plástico
y sillas del mismo material.
La idea
de crear este espacio de comunicación es servir a la comunidad, tanto en el sector urbano de Silvia como en los
resguardos de Kisgó, Guambía o Totoroe, Paez o Timba. También comunicarse con
los oyentes de Popayán y Piendamó.
Servir
es uno de esos valores que identifica a los
guámbianos. Los procesos de
colonización han hecho que se pierdan cualidades culturales en este pueblo
indígena, pero el servicio a los demás lo han conservado con el paso de los tiempos. Y esta emisora
busca mantener esa cohesión social para unir los diferentes resguardos que
fueron víctimas en otros tiempos de la separación a la que fueron sometidos por los españoles.
Leyendo
un artículo sobre los conceptos básicos
de la cosmovisión de esta población encuentro un vació grande y es la falta, en
la emisora, de un líder tradicional, un
anciano que se encargue de transmitir a los jóvenes las enseñanzas de los
antepasados o su experiencia de vida.
La
ausencia del viejo en esta emisora es el vacío de una persona que transmita
autoridad en la población indígena. Ahora es un rol que cumple el joven desde una oficina, por un sueldo que
les permite no volver a la tierra que los vio nacer.
Por
ahora en La Bacana se presentan
programas en los que oyentes llaman a saludar un ser querido o a comunicar
un servicio social. Álvaro dice que se comunican de resguardos como Totoroe o
Kisgo para reportar sintonía o pedir una canción en el
género de ranchera, reguetón o baladas.
Entre
sus valores autóctonos, los guambianos guardan un respeto por la naturaleza,
pues la vida para ellos es compartir con las plantas, el agua y los animales.
Por eso la emisora tiene un programa los
miércoles, de 4:00 p.m. a 5:00 p.m. que se llama Vida Superior, en el que la madre naturaleza es protagonista.
Y
Álvaro señala que están abiertas las puertas para que los grupos musicales de
los resguardos se presenten en la emisora. Esta oportunidad la ha aprovechado
el grupo Vientos de Guambía que toca música autóctona de esa región, de la
meseta cundiboyacense y temas musicales de otras zonas de los andes americanos.
Su
talento les mereció una participación internacional en México (Omawary,
Encuentro de Naciones Hermanas) y en septiembre del año 2012, en el Festival Internacional
Chihuahua, junto a 150 grupos de música autóctona de otras partes del mundo.
Ojalá que
los guámbianos abran más espacios en esta emisora, para que desde allí
se asesore a la comunidad guámbianos en la actividad agrícola con el fin de que
la tierra les genere ingresos económicos, pues no hay que olvidar que la zona en
donde están los misak, nombre como se les conoce también a ellos, es fértil para
la papa, el maíz o la cebolla. También
se pueden cultivar productos como el ulluco, el ajo o la arracacha. Y
variedad de hortalizas de reciente
introducción.
Y
esperemos que esta emisora logre preservar
los lazos de unión entre los guámbianos presentes en el Cauca y los que por
factores ajenos a su voluntad se encuentran diseminados en otros
rincones del país por el bien de nuestra
memoria histórica colombiana.
(*) Periodista
independiente.
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