El presidente Hugo Chávez en el Estado Anzoategui el 11 de julio de 2012. (Foto tomada de Correo del Orinoco). |
Chávez en campaña
El autor de estas líneas, presente el pasado mes de julio en Venezuela,
siguió las dos primeras semanas de campaña del Presidente, conversó varias
veces con él, asistió a algunos de sus extenuantes mítines multitudinarios. Y
puede testimoniar de su buena salud y de su excepcional forma física e
intelectual. “Aquí estoy de nuevo, retornando, con la fuerza indómita del
huracán bolivariano. Ya extrañaba yo el olor de las multitudes y el rugir del
pueblo en las calles”.
Por Ignacio Ramonet (*)
Es la decimocuarta. Desde que ganó sus
primeras elecciones presidenciales en diciembre de 1998, Hugo Chávez se ha
sometido ya –directa o indirectamente– trece veces al sufragio de los electores
de Venezuela. Casi siempre ha ganado (1), en condiciones de reconocida legalidad
democrática, avalada por las misiones de observadores enviadas por las
instituciones internacionales más exigentes (ONU, Unión Europea, Centro Carter,
etc.).
El sufragio del próximo 7 de octubre
constituirá pues la decimocuarta cita del mandatario con los ciudadanos
venezolanos (2). Esta vez, lo que se juega es su reelección a la Presidencia.
La campaña electoral oficial arrancó el pasado 1 de julio con dos
singularidades notables con respecto a precedentes votaciones. Primero, Hugo
Chávez está saliendo de trece meses de tratamiento contra el cáncer detectado
en junio de 2011. Segundo, la principal oposición conservadora apuesta esta vez
por la unidad. Se ha reagrupado en el seno de una Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) que, después de unas primarias, eligió como candidato, el pasado 12 de
febrero, a Henrique Capriles Radonski, un abogado de 40 años, gobernador del
Estado Miranda.
Hijo de una de las familias más ricas de
Venezuela, Henrique Capriles fue uno de los artífices del golpe de Estado del 11
de abril de 2002 y participó, junto con un grupo de putschistas, en el asalto a
la embajada de Cuba en Caracas (3). Aunque procede de la organización
ultraconservadora Tradición, Familia y Propiedad (4) y es apoyado por los
sectores más derechistas (entre ellos los medios masivos de comunicación
privados que siguen dominando ampliamente la información), Capriles hace
hábilmente campaña reivindicando todos los logros sociales del gobierno
bolivariano. Y hasta jura que su modelo político es el izquierdista del ex presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (5)... Pero, sobre todo, apuesta por el
debilitamiento físico del presidente Chávez (6).
En esto se equivoca. El autor de estas líneas, presente el
pasado mes de julio en Venezuela, siguió las dos primeras semanas de campaña
del Presidente, conversó varias veces con él, asistió a algunos de sus
extenuantes mítines multitudinarios. Y puede testimoniar de su buena salud y de
su excepcional forma física e intelectual.
Desmintiendo las falsas noticias que han
circulado en algunos medios de comunicación (The Wall Street Journal, El País)
según los cuales, a causa de supuestas “metástasis en los huesos y en la espina
dorsal”, le quedarían apenas “seis o siete meses de vida”, Chávez –que cumplió
58 años el 28 de julio– reveló para consternación de sus adversarios: “Estoy
totalmente libre de enfermedad; cada día me siento en mejores condiciones”.
Y a los que apostaban por una presencia
virtual del líder venezolano en la campaña les volvió a sorprender anunciando
su decisión de “retomar las calles” y empezar a recorrer los rincones de
Venezuela para alcanzar su tercer mandato: “Dijeron
de mí: ‘Ese va a estar encerrado en Miraflores (el palacio presidencial) en una
campaña virtual, por Twitter y vídeo’; se burlaron de mí como les dio la gana,
pues aquí estoy de nuevo, retornando, con la fuerza indómita del huracán
bolivariano. Ya extrañaba yo el olor de las multitudes y el rugir del pueblo en
las calles”.
Este rugir pocas veces lo he oído tan
poderoso y tan fervoroso como en las avenidas de Barcelona (Estado Anzoátegui)
y de Barquisimeto (Estado Lara) que acogieron a Chávez los pasados días 12 y 14
de julio respectivamente. Un océano de pueblo. Una torrentera escarlata de
banderas, de símbolos y de camisas rojas. Un maremoto de gritos, de cantos, de
pasiones, de arrebatos.
A lo largo de kilómetros y kilómetros, en lo alto de un camión colorado que
avanzaba hendiendo la multitud, Chávez saludó sin descanso a los centenares de
miles de simpatizantes que acudieron a verle en persona por vez primera desde
su enfermedad. Con lágrimas de emoción y besos de agradecimiento hacia un
hombre y un gobierno que, respetando las libertades y la democracia, han
cumplido con los humildes, pagado la deuda social y dado a todos, por fin,
educación gratuita, empleo, seguridad social y vivienda.
Para despojar a la oposición de la
mínima esperanza, Chávez, en los largos discursos electorales que pronunció sin
dar muestras de fatiga, empezó diciendo: “Soy como el eterno retorno de
Nietzsche, porque en realidad yo vengo de varias muertes... Que nadie se haga
ilusiones, mientras Dios me dé vida estaré luchando por la justicia de los
pobres, pero cuando yo me vaya físicamente me quedaré con ustedes por estas
calles y bajo este cielo. Porque yo ya no soy yo, me siento encarnado en el
pueblo. Ya Chávez se hizo pueblo y ahora somos millones. Chávez eres tú, mujer.
Chávez eres tú, joven, Chávez eres tú, niño; eres tú, soldado; son ustedes,
pescadores, agricultores, campesinos y comerciantes. Pase lo que me pase a mí,
no podrán con Chávez, porque Chávez es ahora todo un pueblo invencible”.
En sus intervenciones no dudó incluso en
criticar duramente a algunos gobernadores y alcaldes de su propio partido que
han fallado en sus compromisos con los electores: “Me he convertido en el
primer opositor”, declaró. Aunque también advirtió: “Uno puede criticar a la revolución, pero no puede votar a la
burguesía; eso sería traición. A veces podemos fallar, pero tenemos en el
corazón amor de verdad por el pueblo”.
Orador fuera de serie, sus discursos son amenos y coloquiales, ilustrados
de anécdotas, de rasgos de humor y hasta de canciones. Pero son también, aunque
no lo parezcan, verdaderas composiciones didácticas muy elaboradas, muy estructuradas,
preparadas de manera muy seria y profesional, con objetivos concretos. Se
trata, en general, de transmitir una idea central que constituye la avenida
principal de su recorrido discursivo. En esta campaña va exponiendo y
explicando metódicamente su programa (7).
Pero, para no aburrir, ni ser pesado,
Chávez se aparta a menudo de esa avenida principal y realiza lo que podríamos
llamar excursiones en campos anexos (anécdotas, recuerdos, chistes, poemas,
coplas) que no parecen tener nexo con su propósito central. Sin embargo,
siempre lo tienen. Y eso le permite al orador, después de haber aparentemente
abandonado por bastante tiempo su curso central, regresar a él y retomarlo en
el punto exacto donde lo dejó. Lo cual, de modo subliminal, produce un
prodigioso efecto de admiración en el auditorio. Esa técnica retórica le
permite declamar discursos de muy larga duración.
En sus recientes discursos electorales,
Chávez compara las políticas de demolición del Estado de bienestar (cita, en
particular, los brutales recortes realizados por Mariano Rajoy en España) que
se están llevando a cabo en varios países de la Unión Europea y los importantes
logros sociales de su gobierno empeñado en seguir “construyendo el socialismo
venezolano”.
En sus catorce años de existencia (1999-2012), la Revolución Bolivariana ha
conseguido, en el ámbito regional, considerables avances: creación de
Petrocaribe, de Petrosur, del Banco del Sur, del Alba, del Sucre (Sistema Único
de Compensación Regional), de la Unasur, de la Celac, el ingreso de Caracas en
el Mercosur... Y tantas otras políticas que han hecho de la Venezuela de Hugo
Chávez un manantial de innovaciones para avanzar hacia la definitiva
independencia de América Latina.
Aunque agresivas campañas de propaganda
pretenden que, en la Venezuela bolivariana, los medios de comunicación están
controlados por el Estado, la realidad –verificable por cualquier testigo de
buena fe– es que apenas un 10% de las emisoras de radio son públicas, el resto,
o sea el 90%, son privadas. Y únicamente el 12% de los canales de televisión
son públicos, el resto, o sea un 88%, son privados o comunitarios. En cuanto a
la prensa escrita, los principales diarios El Universal y El Nacional, son
privados y sistemáticamente hostiles al Gobierno.
La gran fuerza del Presidente Chávez es
que su acción concierne ante todo a lo social (salud, alimentación, educación,
vivienda), lo que más interesa a los venezolanos humildes (75% de la
población). Consagra el 42,5% del presupuesto del Estado a las inversiones
sociales. Ha dividido por la mitad la tasa de mortalidad infantil. Erradicado
el analfabetismo. Ha multiplicado por
cinco el número de maestros en las escuelas públicas (de 65.000 a 350.000).
Venezuela es hoy el segundo país de la región con mayor número de estudiantes
matriculados en educación superior (83%), detrás de Cuba, pero delante de
Argentina, Uruguay y Chile; y es el quinto a escala mundial, superando a
Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido, Francia y España.
El gobierno bolivariano ha generalizado
la sanidad y la educación gratuitas; ha multiplicado la construcción de
viviendas; ha elevado el salario mínimo (el más alto de América Latina); ha
concedido pensiones de jubilación a todos los trabajadores (incluso a los
informales y a las amas de casa) y a todos los ancianos pobres aunque nunca
hayan cotizado; ha mejorado las infraestructuras de los hospitales; ofrece a
las familias modestas alimentos, mediante el sistema Mercal, un 60% más baratos
que en los supermercados privados; ha limitado el latifundio a la vez que
favorece la producción del doble de toneladas de alimentos; ha formado
técnicamente a millones de trabajadores; ha reducido las desigualdades; ha
rebajado en más del triple la pobreza; ha disminuido la deuda externa; ha acabado
con la antiecológica pesca de arrastre; ha impulsado el ecosocialismo...
Todas estas acciones, llevadas a cabo
desde hace casi 14 años de manera ininterrumpida explican el apoyo popular a
Chávez, el cual promete en su campaña: “Todo lo que hemos hecho es pequeño con
respecto a lo que vamos a hacer”.
He sido testigo de que millones de
personas humildes lo veneran como a un santo. Él –que fue un niño muy pobre, vendedor
ambulante de dulces por las calles de su pueblo– repite con calma: “Soy el
candidato de los humildes, y me consumiré al servicio de los pobres”.
Seguramente lo hará. Una vez la escritora Alba de Céspedes le preguntó a Fidel
Castro cómo podía haber hecho tanto por su pueblo: educación, salud, reforma
agraria, etc. Y Fidel simplemente le dijo: “Con gran amor”. A propósito de Venezuela,
Chávez podría responder lo mismo. ¿Y qué contestarán los electores venezolanos?
Respuesta el 7 de octubre.
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Notas
(1) Sólo perdió, por ínfimo márgen, el
referéndum del 2 de diciembre de 2007 sobre un “proyecto de reforma
constitucional”.
(2) Además de Hugo Chávez, otros seis candidatos se presentan a las
eleciones del 7 de octubre: Henrique Capriles Radonski, por Mesa de la Unidad (MUD), Orlando Chirinos,
por el Partido Socialismo y Libertad (PSL), Yoel Acosta Chirinos por el partido
Vanguardia Bicentenaria Republicana (VBR), Luis Reyes Castillo por la
“Organización Renovadora Auténtica” (ORA), María Bolívar por el Partido
Democrático Unidos por la Paz y la Libertad (Pdupl) y Reina Sequera por el
partido Poder Popular (PP).
(3) Léase Gilberto Maringoni, “En
Venezuela, Chávez sigue favorito”, Le Monde diplomatique en español, mayo de
2012. Léase también: Romain Mingus, “Henrique Capriles, candidat de la droite
décomplexée du Venezuela”, Mémoire des luttes, 28 de febrero de 2012. http://www.medelu.org/Henrique-Capriles-candidat-de-la
(4) Fue cofundador de su rama
venezolana.
(5) Lula le envió, el pasado 6 de julio,
a Chávez, un mensaje público en el que le aportó pleno apoyo en su campaña electoral,
afirmando: “Tu victoria será nuestra victoria”.
(6) A mediados de julio pasado, las
principales encuestas de opinión daban un ventaja a Chávez de entre 15 a 20
puntos sobre el candidato de la derecha Henrique Capriles.
(7) Propuesta del candidato de la patria
Comandante Hugo Chávez para la gestión bolivariana socialista 2013-2019,
Comando Campaña Carabobo, Caracas, junio de 2012.
(*) Periodista español establecido en Francia.
Fuente:
Le Monde Diplomatique No. 202 de agosto de 2012.
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