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lunes, 5 de marzo de 2012

El paso de las horas. Análisis crítico de los hechos y los medios



Atizadores de la guerra y 
oportunistas mediáticos

Por Luis Alfonso Mena S. (*)
Hay en Colombia propietarios de medios, periodistas e “intelectuales” dedicados a atizar la guerra desde sus cómodas poltronas de observadores. Se la pasan, al calor de unos whiskies, denostando de las luchas sociales, cuando no pueden ocultarlas, y aupando la continuidad de la guerra, cuando cualquier luz aparece en medio de la oscuridad del conflicto en que se debate el país.

Definitivamente la derecha ideológica y política ha calado profundamente en sus discursos oportunistas. El gran propósito de todos los colombianos, incluidos periodistas e “intelectuales”, debería ser sacar el país de la confrontación. Ni más ni menos.

Arrodillados ante el poder…
Y la guerra la atizan también en el ámbito social. Por ejemplo, en relación con la protesta de las poblaciones afectadas por la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo, ha imperado en los grandes medios la voz oficial sobre la de las comunidades.

El discurso de Juan Manuel Santos y de su ministro “del Medio Ambiente”, que recaba en el disco rayado de la infiltración guerrillera en la protesta, impera sobre el reclamo de pescadores y campesinos que perderán sus medios de subsistencia.

… y las cuñas
Los medios se acomodan, no sólo porque son defensores a ultranza del establecimiento, sino por la multimillonaria pauta publicitaria que desfila por ellos cuando las confrontaciones se exacerban.

Así que no tardarán en aparecer los ramilletes de cuñas de Engesa, Endesa y Enel, empresas comprometidas en el negociado de El Quimbo, como está ocurriendo actualmente con las cuñas de Pacific Rubiales, con las cuales el pulpo canadiense quiere convencer a los colombianos de sus “bondades” luego de las denuncias hechas por sus atropellos contra los obreros petroleros de Puerto Gaitán. Hasta en el muy “independiente” Noticias Uno pululan sus cuñas mentirosas.

Haciéndole el mandado al uribismo
… Eso fue lo que terminaron haciendo algunas conocidas columnistas de prensa y directoras de programas de radio y de televisión de la capital de la República en su ofensiva contra la ex fiscal Vivian Morales Hoyos: así lo nieguen, y alardeen de  su derecho a la independencia, contribuyeron a entregar la cabeza de la funcionaria que se había vuelto la piedra en el zapato del alto mando del gobierno de Álvaro Uribe hoy tras las rejas o huyendo, cual prófugos de baja estopa.

Tanto es así, que el famoso estudiante de último año que fue utilizado para impetrar la demanda ante el Consejo de Estado contra el acto de elección de Morales Hoyos efectuado por la Corte Suprema lo único que ha podido explicar acerca de la estructuración de esa demanda es la profusión de columnas contra la ex fiscal. ¡Qué tal! ¿Y dónde están los argumentos jurídicos, legales, constitucionales, como corresponde?

La hipocresía de la prensa de élite
Ninguno de los grandes medios colombianos se rasgó las vestiduras porque un juez mandó a la cárcel, el miércoles 29 de febrero, al director del periódico Cundinamarca Democrática, Luis Agustín González, por criticar a una conocida politiquera de su región, o por las amenazas contra la vida de Bladimir Sánchez Espinel, el productor del video que denunció la represión policial contra los pescadores de El Quimbo, pero sí se las rasgaron contra el Presidente de Ecuador a raíz del fallo de la justicia de ese país que puso en su sitio a los dueños de uno de los periódicos de la oligarquía ecuatoriana, El Universo, que  descaradamente calumnió a Rafael Correa.

Los empresarios de los medios agrupados en la cuestionada Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, y apoyados por Andiarios en Colombia, decidieron publicar masivamente el artículo calumnioso escrito contra Correa dizque en “solidaridad con los periodistas ecuatorianos”, cuando en realidad lo que hacían era cerrar filas para defender “su libertad de prensa” que no es más que su libertad de empresa para negociar a costa de la desinformación.

No seamos ingenuos
No hay que ser ingenuos: una cosa es el derecho al libre ejercicio del periodismo y otra cosa, muy distinta, la protección de los intereses mezquinos de los grandes patronos de la prensa capitalista que, con los procesos de cambio liderados por gobiernos progresistas de América Latina, ven que el monopolio del poder se les empieza a desmoronar.

Los reporteros no podemos ser borregos de los dueños de la gran prensa mentirosa. Debemos mantener nuestra independencia y frente a la solidaridad de cuerpo de la oligarquía mediática, obrar con la solidaridad de clase de los periodistas de base.

Debate vergonzoso en Hora 20
Hace poco, el 21 de febrero, en  el programa Hora 20 de Caracol cuatro “analistas” y un periodista estuvieron dedicados a dar rienda suelta a sus mezquinos deseos de ver muerto a un líder de los pueblos del mundo, como lo es el presidente Hugo Chávez.

Vergüenza les debió dar a Néstor Morales y a su grupo de “panelistas” especular sobre la muerte de un ser humano. Eso no es periodismo. Eso es el amarillismo disfrazado de "debate". La hora de la deshumanización en Caracol. La única manera que tiene la derecha mundial de derrotar a Chávez es desaparecerlo. Y Morales y los demás periodistas, como Arizmendi y su corte, se van a quedar con los crespos hechos, porque, a pesar de sus deseos morbosos, habrá Chávez para rato.

¡Cómo los cambia la vida!
¡Que se tengan duro los bogotanos! Antonio Navarro, el ex integrante del Polo Democrático y hoy secretario de Gobierno de Gustavo Petro, les advirtió este lunes 5 de marzo a los habitantes de la capital del país que les caerá todo el peso de la ley a quienes convoquen más protestas por el mal servicio de Transmilenio.

El lenguaje de militante del M-19 de antes al de "progresista” de hoy cambió de cabo a rabo. Ahora, para congraciarse con la “Mesa de Trabajo” de la emisora La W y con la élite bogotana, Navarro  amenaza, ¡qué tal!, con aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana, inspirada por el presidente Juan Manuel Santos, y en cuyo articulado se contempla mandar a la cárcel a quienes, haciendo uso de su derecho constitucional a la protesta, copen las calles. ¡Cómo los cambia la vida!

“No me cuelgue, Julito”
Y a propósito de La W, se necesita tener espíritu de masoquista para acceder a la famosa línea de los oyentes de la emisora de Julio Sánchez Cristo, pues en la mayoría de los casos éste deja esperando a quienes hacen fila para hablar a través de su programa ¡hasta por una hora!, y cuando alguno se atreve a reclamar, lo trata con sorna, con arrogancia.

Pero lo más grave es que después de tan prolongadas y costosas esperas, pues muchas veces las llamadas son efectuadas por teléfono celular, el gurú Sánchez sólo les da diez o quince segundos para que hablen, les corta en cualquier momento y si el oyente le formula alguna pregunta, groseramente no responde… Los oyentes deberían hacerse respetar y no solamente implorar “No me cuelgue, Julito”...

El “independiente” Álvaro García
Ahora resulta que Álvaro García es un paradigma de la “independencia” periodística porque renunció a dirigir el Canal Cable Noticias. Nada más falso. García fue uno de los adalides del uribismo durante su largo paso por la dirección de noticias de RCN. Tanto, que salió premiado por el príncipe Uribe rumbo a la embajada de Colombia en Buenos Aires.

Regresó de sus años sabáticos dizque a hacer periodismo en el canal del millonario golpista venezolano Alberto Federico Ravell, acomodándose a las nuevas condiciones políticas colombianas, que indican que el uribismo está en declive. García se dio cuenta de que la correlación ya no le favorece al discurso del Ubérrimo. Eso fue todo. Oportunismo mediático.

¿Quién es Ravell?
Cable Noticias, el noticiero que no alcanzó a dirigir el archiuribista y ahora “independiente” Álvaro García, fue adquirido en su totalidad por Alberto Federico Ravell, accionista también de Globovisión, un canal que participó activamente en el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez el 11 de abril de 2002. Por eso, muchos en Venezuela prefieren llamarlo “Globoterror”.

Ravell se la pasa diciendo que en su país no hay libertad de prensa, como todos los dueños de medios de las burguesías latinoamericanas, y resulta que el negocio con su canal “perseguido” es tan próspero que hasta tuvo quince millones de dólares para metérselos a Cable Noticias. Como siempre, éste y los demás miembros de la SIP (la internacional de los patronos de la prensa continental) disfrazan la defensa de su libertad de empresa con la consigna de la libertad de prensa. Fariseos.

(*) Director de PARÉNTESIS, editor del blog ¡Periodismo Libre!

Cali, lunes 5 de marzo de 2012.

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