En la foto de arriba, la represión. En la de abajo, uno de los pescadores heridos por la Policía a orillas del río Magdalena, en el Huila |
¡Esta es la libertad de
prensa existente en Colombia!
Mientras los medios
de las élites botan ríos de tinta y dilapidan horas de radio y televisión
mirando hacia los países hermanos para, con desinformación y falacias, tratar
de desacreditar sus procesos políticos, en Colombia la mayoría de ellos calla
sobre hechos tan graves como las amenazas hechas al periodista independiente
que, con un video, denunció la brutal represión de la Policía Nacional contra
pescadores y campesinos indefensos en el Huila.
La
Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, rechazó la amenaza de muerte contra
el realizador audiovisual Bladimir Sánchez Espitia, periodista independiente y
miembro de la Corporación Comunidad, que desarrolla actividades de comunicación
para poblaciones vulnerables en el municipio de Gigante, en el Huila.
La última
amenaza fue recibida el 22 de febrero en horas de la tarde, unos días después
de haber colgado el vídeo en Internet.
El pasado
14 de febrero en Gigante, Huila, el Esmad de la Policía desalojó a un grupo de
aproximadamente 30 pescadores, como el resultado de una querella interpuesta
por la multinacional española Emgesa.
Los
pescadores insistían en permanecer a orillas del río Magdalena, en protesta por
las obras del proyecto de la represa de El Quimbo. Durante esas protestas la
Policía Nacional impidió el acceso libre de los medios de comunicación y
líderes de organizaciones de derechos humanos a la zona.
Aún así,
el documentalista Sánchez Espitia grabó imágenes sobre los hechos donde se
evidenciaba una desproporción en la violencia por parte de los efectivos del
Esmad para desalojar a los pescadores de la zona.
Al día
siguiente el camarógrafo italiano que filmó el vídeo, Bruno Federico, fue
detenido injustificadamente por varias horas por miembros de la Policía.
Sánchez
Espitia hace parte de la Corporación Comunidad, un colectivo de comunicadores
sociales que desarrollan procesos con grupos de poblaciones vulnerables y
estrategias de comunicación y recuperación de memoria histórica.
Él venía
trabajando con Asoquimbo desde hacía varios meses, cuando hicieron el vídeo
sobre el desalojo. Sánchez Espitia dijo a la Flip: “Yo acá soy feliz, he
elaborado siete productos audiovisuales, los he subido a Youtube, y este ha
sido el más impactante por las agresiones de la Policía, pero ¿cómo van a
desmentir eso? Y ahora me toca irme de acá por las amenazas”.
Luego del
impacto en los medios, el pasado domingo 19 de febrero recibió una primera
llamada anónima donde lo acusaban de guerrillero y le advertían que se cuidara.
El 22 de
febrero, unas horas después de que el realizador diera una entrevista para W Radio junto con el comandante de la
Policía del Huila, el coronel Juan Francisco Peláez, Sánchez Espitia recibió
una nueva amenaza desde un teléfono desconocido.
“Esto es
lo que estaba buscando, lo vamos a desaparecer”, le dijeron. Ante las amenazas
reiterativas el realizador decidió abandonar la región.
El
coronel de la Policía Juan Francisco Pelaez manifestó no conocer sobre las
amenazas al realizador y dijo a la Flip: “Él debe poner las denuncias y una vez
se verifique su credibilidad, se le darán las garantías de protección necesarias”.
Gina
Piragauta, reportera del diario La Nación de Huila y quien dio algunas
declaraciones para el vídeo de la polémica, ha manifestado seguimientos
sospechosos e intimidaciones: “Hace unos días vi a dos personas, al parecer de
la Policía, que me seguían y me tomaban fotografías”. La periodista ha
realizado cuatro informes sobre el desalojo en el Quimbo.
La Flip
solicitó al Ministerio del Interior y a la Unidad Nacional de Protección
implementar las medidas de protección necesarias para garantizar la vida del
periodista y a las autoridades judiciales, adelantar la investigación que
permita dar con los responsables de estos hechos.
Cali, sábado 15
de febrero de 2012
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