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| Instante de la protesta antitaurina del 29 de diciembre de 2016. |
NO
MÁS SANGRE EN LA ARENA
Centenares de caleños se
movilizaron a los alrededores de la Plaza de Toros Cañaveralejo, este jueves 29
de diciembre de 2016, para protestar contra las corridas de toros y el macabro
espectáculo de tortura y masacre que ellas representan.
Las corridas de toros no son un
asunto de "gustos" de algunos aficionados, ni son arte, ni un acto de
luz, clarines y timbales como suelen decir los taurinos.
Sobre ellas recae un fuerte
cuestionamiento de orden ético: el hombre no debe torturar, someter al
tormento, al sufrimiento a un ser que siente, cualquiera que él sea, en este
caso a un toro.
Con estas protestas ciudadanas,
Cali sigue demostrando que está en pie de lucha contra la mal llamada
"fiesta" de los toros y continúa reclamando el fin de espectáculos
dantescos, anacrónicos, propios de los nefastos circos romanos de la
Antigüedad.
Los defensores de los animales se
multiplican en el mundo, y por ello la tortura y la masacre de toros están en
vías de extinción, a pesar de las argucias de ganaderos opulentos y de
empresarios que obtienen millonarias ganancias con el espectáculo sangriento.
(Estas fotos circulan en la red
Whatsapp Periodistas Cali).
Cali, viernes 29 de diciembre de
2016.
Las minorías también tienen derechos. Hay que preguntarse también quién financia las protestas antitaurinas. A la movilización contra las corridas de toros del pasado 29 de diciembre salieron muy poquitos. No les alcanzaron a pagar a todos los que pensaban que iban a la protesta y ese día se llenó la plaza. Eso también es manipular la información amigos maduristas que dicen que Venezuela está rebien. Gracias por la oportunidad.
ResponderBorraren lo personal no estoy de acuerdo con las corridas de toros puesto que matar a un animal por el entretenimiento del publico me parece inaudito, como las personas pagan para ir a ver como matan a un animal mientras hay niños en las calles muriendo de hambre, si somos sociedad debemos empezar a pensar como tal, no riendo y disfrutando a la hora de matar un pobre animal mientras ven como las personas pasan tantas necesidades y a eso hacen caso omiso.
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