La transmisión de la etapa del domingo 1 de junio por televisión. (Foto Luis Alfonso Mena S.). |
¡Chiviados!
Por
Luis Alfonso Mena S. (*)
En el argot periodístico solemos hablar de la ‘chiviada’
cuando no conocemos a tiempo o dejamos de cubrir un acontecimiento importante
anunciado. Es lo que les acaba de ocurrir a los
poderosos pulpos Caracol y RCN, en televisión, pero también en radio: los
colombianos hemos vivido la enorme emoción del triunfo arrasador de nuestros
ciclistas en Italia sólo por la voz de un narrador deportivo argentino, Mario
Sábato, quien guio con lujo de detalles las transmisiones que la cadena
internacional Espn 3 hizo del Giro de Italia.
Sábato narró con
emoción latinoamericanista los triunfos de Nairo Quintana, gran campeón del
Giro y de la categoría del mejor joven; de Rigoberto Urán, gran subcampeón; de
Julián Arredondo, rey de la montaña. También, los triunfos nacionales en tres
etapas; el desempeño del equipo Team Colombia Coldeportes; el esfuerzo de los
muchachos colombianos presentes en cuatro equipos de los 20 que participaron en
esta, la segunda prueba por etapas más importante del mundo ciclístico.
Ni Caracol ni
RCN le gastaron un peso a las transmisiones en directo del Giro, aún sabiendo
lo que se avecinaba por los campanazos de Nairo Quintana (subcampeón del Tour
de Francia en 2013) y de Rigoberto Urán (sub campeón del Giro de Italia en
2013) en esta versión del Giro 2014.
Tampoco Caracol
Radio le gastó un peso. RCN Radio tuvo un enviado. Y ni qué hablar de los
periódicos más importantes de las élites colombianas. Todos se montaron a
última hora para hacer coberturas por los laditos con corresponsales no
deportivos.
Los tiempos en
los que había periodistas enviados especiales en las competencias ciclísticas
hace rato pasaron, ya no se arriesga con gastos y despliegue técnico, pero sí
se engaña a la audiencia haciendo piratería de la televisión internacional,
como lo están haciendo sin ningún sonrojo y de manera anti ética los grandes
canales de televisión y cadenas de radio con la transmisión de los partidos de
fútbol internacional.
Caracol,
incluso, acabó con los narradores de fútbol en las regiones colombianas y se
dan casos inverosímiles en los que un mismo narrador, mullidamente acomodado en
Bogotá frente a un televisor, “transmite”, como si estuviera en los estadios de
origen, un partido tras otro, que solo ve parcialmente por las imágenes tomadas
de un rectángulo televisivo. Terrible forma de engañar al escucha.
Es una lógica
económica que irrespeta al destinatario de la información. Esta resulta
parcial, incompleta, a veces falseada por la falta de toda la perspectiva que
brinda la presencia en el lugar de los hechos.
Los pulpos
nacionales e internacionales dueños de estos medios ahorran así, de manera
mezquina, a costa de la calidad de la información. Su orientación es el mayor
“rendimiento” con la menor inversión.
Afortunadamente,
los portentosos ciclistas colombianos, nacidos de las entrañas populares y
campesinas, se la juegan con o sin medios en las carreteras europeas. Y nos dan
el mejor mensaje de paz y de patriotismo.
(*) Director del medio alternativo PARÉNTESIS
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