Masiva movilización el pasado 19 de abril en Quibdó, principal epicentro del Paro Minero que se realiza en el país. (Foto tomada del flickr de Marcha Patriótica). |
Colombia:
la hora del
levantamiento
del pueblo
Los campesinos del Catatumbo, con una resistencia
de más de 40 días, no cesan en su lucha por la Zona de Reserva Campesina; los mineros
artesanales resisten también en Irra, Marmato, Caucasia, Buenaventura, Córdoba,
Quibdó, desde hace una semana, por su derecho al trabajo contra las
transnacionales; los trabajadores de la salud se movilizan por el derecho a una
salud digna; los camioneros, anuncian un paro nacional contra los abusos del
pulpos del transporte y los altos precios de los combustibles; los pequeños
cultivadores de café, arroz, papa, cacao anuncian un paro para el 19 de agosto
contras las burlas del Gobierno. Los universitarios se alistan para defender su
proyecto de educación superior democrática. Y a todo esto Santos responde con
crímenes de Estado y detenciones masivas. Es la hora del levantamiento del
pueblo colombiano.
Por Santiago Mena Cárdenas (*)
Por estos días en Colombia se vive un clima de
lucha y resistencia en todos los sectores populares, levantamientos ante los
cuales el Gobierno Nacional pareciera importarle poco el diálogo y actúa con
toda la fuerza represiva del Estado, prueba de ello, la resistencia del
Catatumbo.
Paños de agua tibia es lo que pretende imponer como
“soluciones” el Gobierno Nacional a los campesinos del Catatumbo, al no querer
entrar en discusión sobre los puntos álgidos del pliego de peticiones del
Catatumbo, el máximo de ellos, la creación de la Zona de Reserva Campesina que
permita un mayor desarrollo agrario y social en la región.
Y es que el accionar cínico del Gobierno Santos es
tal, que ya han pasado tres intentos de negociaciones, con tres equipos
diferentes delegados por el poder central, pero que no han modificado su
postura frente a estos justos reclamos y, al contrario, justifican el accionar
represivo que se ha cometido, y hacen oídos sordos frente a las denuncias de
violación del DIH que diversos entes, incluida la ONU, han hecho sobre el tema.